Todos los casos de lesiones personales se centran en los daños. De acuerdo a la ley, “daños” significa dinero que se paga para compensar pérdidas o daños específicos causados al demandante (la víctima). Se puede condenar al demandado, o a la persona responsable de las pérdidas, a pagar dinero para compensar estos daños. Los daños se dividen a su vez en daños especiales y daños generales.
Daños especiales
Los daños especiales son costos específicos y cuantificables. Ejemplos de daños especiales incluyen:
- Facturas hospitalarias relacionadas con una lesión.
- Reparaciones de propiedad dañada, como reparaciones de automóviles en un caso de accidente automovilístico.
- Reemplazo de propiedad robada o destruida
- Salarios perdidos, causados por faltar al trabajo debido a la lesión.
Daños Generales
Los daños generales son mucho más difíciles de cuantificar. Se refieren a las consecuencias directas del accidente o lesión sobre la vida de la víctima. A menudo, los daños directos se relacionan con sufrimiento humano y cambios irreversibles. Por ejemplo:
- Dolor y sufrimiento físico causado por una lesión.
- Angustia mental causada por una pérdida o sus consecuencias.
- Deterioro físico, como una discapacidad de por vida causada por el accidente.
- Desfiguración o un cambio permanente en la apariencia de la víctima.
- Baja calidad de vida
- Pérdida de compañía (la muerte de un ser querido)
Obviamente, es mucho más difícil calcular el monto en dólares por daños generales. En muchos casos no existe ninguna cantidad de dinero que pueda compensar lo sucedido, especialmente tras perder a un ser querido o sufrir una discapacidad permanente. La ley no pretende que el dinero “arregle” la situación, sino que adopta el enfoque de que el demandado le debe al demandante algo por su pérdida, y que el dinero contribuye en gran medida a ayudarle a mantener una vida digna.
¿A qué daños tengo derecho?
Los daños exactos dependen del caso. Los daños y perjuicios son muy diferentes en un caso de mordedura de perro, por ejemplo, que en un caso de abuso en un asilo de ancianos. Generalmente, los daños especiales son fáciles de probar porque el costo se puede documentar o estimar, pero hay que proporcionar montos muy específicos.
Los jurados son más conservadores al otorgar indemnizaciones generales, pero son comunes en casos graves. También es más probable que los daños generales varíen significativamente de un caso a otro, o de un condado a otro, porque no están vinculados a números específicos como una factura de hospital. La mejor manera de saber para qué daños es probable que sea elegible es hablar con un abogado con experiencia en lesiones personales sobre su caso.
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